-Verónica, yo... euh... ¿Quieres salir conmigo?
-Vamos no me jodas... ¿Tú estas anormal o qué te pasa?
-...
Diario de Verónica:
Si es que los tíos son gilipollas y van a lo que van. Y yo, que me creo que podía obtener su amistad y ya está, como con cualquier persona de mi mismo sexo e incluso más, sin tensiones, con total confianza voy y descubro en un momento que todo es una sucia mentira...
Luego claro, le he dicho que no y se ha mosqueado. Si es que... No se puede mezclar la amistad con el amor. No hombre, no. Y lo que más me revienta es que porque este idiota no sepa controlar sus hormonas puedo perder a una de mis mejores amistades. Es que es tonto, no se da cuenta de que todas las relaciones terminan y después nada vuelve a ser igual. Y eso de ser amigos tras una relación es imposible. Que parece tonto, el niñato este...
No hay quien entienda a los tíos...
Diario de Ignacio:
Yo esto no lo entiendo. Una chica con la que me llevo estupendamente, con al que comparto aficiones y gustos, que me ha acompañado en los momentos más difíciles de mi vida, que siempre ha estado apoyándome y resulta que lo único que siente por mí es una gran amistad. Y cuando le declaro mi amor reacciona llamándome anormal. Me parte el corazón...
Soy un estúpido, por haber estado con ella recogiendole la baba cuando miraba a esos chulitos de bachillerato con sus motitos y cadenitas y por haberla consolado cuando le dejaba alguno de sus novios...
Y dicen que no, pero es que en el fondo les gustan los gilipollas esos. Están todo el día criticándoles y luego se ponen histéricas cuando algún asqueroso de estos va y las pide fuego...
No hay quien entienda a las tías...