miércoles, 29 de agosto de 2007

Breve elegía por Umbral.

Bueno, pues se murió Umbral. Vaya fastidio. Ahora que me estaba aficionando a sus artículos.
He tardado en reaccionar. No me lo creía. ya amagó con morirse otra vez. Pero parece que ésta es definitiva. Se han dado prisa en incinerarle. Qué mala leche.

Esta pérdida me afecta. Me entristece. le dedican en el priódico hoy 16 páginas. Vale, 16 páginas muy emotivas. ¿Y después qué? ¿Quién se acordará de él en tres meses? Se nos av un grande y pasa desapercibido. No, es más importante que haya perecido un jugador del Sevilla cincuenta años más joven que don Paco.. Con todo el respeto hacia el muerto sevillista (llamado Puerta, para más señas), pero me parece un cachoneo. Que la muerte de un genio de la prosa se vea eclipsada por la muerte de un futbolista nos demuestra hacia donde nos dirigimos. Estamos bastante jodidos.

Y ya han hablado mucho de él personas más cultas y cualificadas que yo. Además, no estoy muy lúcido. Su muerte ha calado hondo en mi mente. No estaría mal que le nombrasen miembro póstumo de la RAE.

Era un cachondo. No tenía pelos en la lengua. Era un borde, saltaba a la mínima. No dejaba títere con cabeza. Tenía un estilo propio, estilo literario y estilo de vestir. No le nombraron académico por meterse con los jefes de dicha institución. Era un maestro del periodismo y la prosa. pero casi todo el mundo le recordará por su "he venido aquí a hablar de mi libro".

En fin, la izquierda verdadera ha perdido a uno de sus máximos representantes.
Polvo fuiste y en polvo te convertiste.

Descanse en paz, señor Pérez


(mierda, el cabrón se murió sin tener el gusto de conocerme. Ya nos veremos loas caras, ya)