miércoles, 12 de marzo de 2008

Escuchadme Desgraciados.

Entre los nuevos blog que tenía pensados, uno era una defensa de nuestro representante en Eurovisión como la mejor opción para afrontar con garantias este festival, pero como siempre me he metido a ver los comentarios de la gente acerca de una noticia en el 20 minutos. Unos comentarios surrealistas dentro de una noticia que a mi juicio forma parte de una historia verdaderamente atroz. Una historia que me pone las tripas del reves y sobre la que me siento impotente para decir con peros y señales lo que me produce como ser humano conocer los hechos que ahora se juzgan.

Una joven Argentina ha decidido denunciar a sus padres adoptivos después de descubrir tras años de mentiras que fue arrancada de los brazos de sus verdaderos padres por el regimen dictatorial de la Argentina de los años 70 y entregada por un militar a sus padres adoptivos (que conocían su origen). Los padres biológicos fueron asesinados (estan desaparecidos) como opositores del régimen. Ahora, 30 años después, con la ayuda de las Abuelas de Plaza de Mayo los padres adoptivos han sido denunciados junto al militar por sustracción y cambio de identidad. Se enfrentan a una condena de 25 años de Prisión según las leyes argentinas.

Y la verdad, me pongo malo. Me pongo malo al ver que encima hay gente que pone verde a esta mujer que 30 años después y una vez conocidos sus origenes ha decidido denunciar a unos padres adoptivos que propiciaron, se beneficiaron y fueron complices de la muerte de los verdaderos padres de esta mujer, que ha querido denunciar lo que ocurrió durante esos años, y aquí en este país de pandereta la derecha rancia y casposa no dice otra cosa que es una desagradecida. Poco menos que justifican los genocidios de esa época y les parece bien lo que les pasó a sus padres biológicos. Ella tan solo es "una zorra desagradecida" después de haber denunciado a sus padres adoptivos.

Pues bien ¿que digo? Que me parece muy valiente la decisión de esta chica y yo desde el otro lado del charco la apoyo, que deseo con toda mi alma que los protagonistas de esta lamentable historia se pudran en la carcel y mueran de putrefacción corrosiva. Deseo que una plaga se lleve al mismo tiempo a esta España de pandereta capaz de justificar la actitud de los "padres" adoptivos que tuvieron a bien satisfacer su necesidad paternal (y maternal) aprovechándose de las desgracias de unos defensores de la libertad, aprovechándose de unos asesinatos y de unos genocidios que se cometieron durante la dictadura argentina (si, ese sistema de gobierno que algunos echan tanto de menos aquí en España). Así que si, ahora estoy echando bilis, pero ojala la misma os pudra la cara después de que se os haya caido de vergüenza y se la haya comido el perro, desgraciados.