lunes, 1 de octubre de 2007

Carta abierta a Mariano Rajoy

Querido Mariano:

Le veo algo perdido. Con esto no quiero decir que usted sea un mal político, o que sea incompetente en el desempeño de su cargo como lider de la actual oposición política. Le veo perdido porque cuando le veo por la televisión veo a un personaje que bien poco tiene que ver con usted. Quizá de ahí que su popularidad sea tan baja, ya que usted no es la persona más indicada para mostrar la cara más rancia del Partido Popular, que es la que nos sigue vendiendo José María Aznar desde la sombra con la ayuda de Acebes y Zaplana. Pese a lo que nos intenta vender con sus declaraciones usted no deja de ser un exponente del bando más moderado del Partido Popular. Para decirlo de alguna forma, sus ideales son más cercanos a los de Ruiz Gallardón que a los de Esperanza Aguirre.

Por eso que cuando sale por la televisión haciendo como suyo el discurso de otros, su imagen no resulta todo lo sincera que debiera, entre otras cosas porque ni usted mismo cree en lo que dice. Y prefiero una oposición fuerte que pueda controlar debidamente la acción del gobierno que una oposición débil como la que usted actualmente esta representando. Se lo diré claramente. No comprendo que usted siga siendo el candidato del Partido Popular para las próximas elecciones generales cuando no tiene ninguna oportunidad de ganar. Puede que Zapatero necesite pactar, y lo hará con partidos "nazionalistas" como Izquierda Repúblicana de Cataluña a cambio de terminar de vender España (y no olvidemos que otra cosa no, pero ZP vende hasta a su abuela), pero su partido se ha ganado la antipatia de demasiadas personas debido principalmente a esa última y gloriosa legislatura de José María Aznar. La de Zapatero esta siendo igualmente gloriosa, pero Zapatero ante la ingenua opinión pública lo vende como otra cosa y esa misma opinión es la que lo tiene como un salvador y como el gurú del movimiento "progre" español. Ya le dije el otro día a ZP que ser "progre" era una cosa bastante disntinta a ser de Izquierdas.

Rajoy, sabemos que usted tiene un discurso moderado bastante valido, pero no le dejan usarlo. Recuerdo su étapa de ministro en diversas carteras, y usted, querido Mariano, tenía una opinión y una visión de la realidad bastante distinta a la que usted da en los mítines de su partido. Y puede cabrearse Losantos, pero si su partido quiere volver al poder tendrá que moderar bastante su discurso y su opinión en diversos asuntos. Creo que el bando reaccionario ya ha causado demasiado daño a las posibilidades elecotorales de su partido, y es que eso le pasa por aceptar en la directiva a gente como Zaplana y Acebes. Y no nos olvidemos de su jefe en la sombra, posiblemente el presidente más facha de la Historia de España. Que no Rajoy, España necesita otro discurso ya que solo en Madrid funciona esa política reaccionaria que parece haberse adueñado de su partido. Pero en Madrid parece ser que hay más gente que vive en Pozuelo que en Vallecas, porque si no no me explico el éxito de Esperanza, una persona tan unida al ciudadano como La Coruña a Almería.

Rajoy, España necesita urgentemente un cambio, pero es díficil que yo (rojo de derechas o azul de izquierdas) opte por su candidatura política debido a la gente que se que va detrás suya. Tampoco creo que opte por Zapatero, sería de masoquista en este país de referendums de autodeterminación. Ni siquiera optaré por Izquierda Unida, tan interesada o más que Zapatero en ver a España partida por la mitad. Optaré por cualquier cosa y haré como Suicida, buscar el voto por el Partido Carlista (no lo creo, al final optaré por lo fácil prostituyéndome a mí mismo como he hecho siempre).

En todo caso, con lo que le he dicho tan sólo quería reconocer su valia como político, pero también le quería pedir que en su caso en partícular me tratase como a un imbecil, pues ya estoy cansado de ese discurso reaccionario que yo no suscribo ni apoyo, máxime cuando se que usted tampoco lo hace. Yo que usted hacía las maletas y me iba con la poca integridad que le queda, y dejaba que los buitres que no han hecho más que destruir sus posibilidades se matasen ahora entre ellos.


Atentamente Murray