jueves, 18 de enero de 2007

Volver del laberinto...

Dentro de poco se celebrará de nuevo la Gala de entrega de los Premios Goya. Se que de acuerdo a las estadísticas esto os importa menos que el resultado de las citologías de la bruja Lola, pero para muchos amantes del cine entre los que yo me incluyo, estos premios son como una patada en la boca. El mejor calificativo que se le puede dar al cine español es el de rancio. Rancio porque pese a tener pocos exitos destacados, la temática siempre es la misma; rancio porque siempre son los mismos los que optan a los premios pese a que su película sea un ladrillo de proporciones considerables, rancio porque muy pocos son los directores y los guionistas son los que se atreven a innovar recibiendo las críticas de los sectores más casposos de nuestro cine, y rancio porque esta tradición que se sigue año tras año se sigue conservando.

Y para un año mediocre que tenemos, que no ha resultado tan inmundo como los anteriores, llegan los académicos y "porculizan" a las mejores películas para premiar a "aquellas que interesa que se premien". Entonces al casposo de Almodovar le darán un porrón de Goyas, a la supertaquillera Alatriste se la darán un porrón de Goyas técnicos creyendo que así se reducirá la gran distancia existente entre los académicos y el público en general, y mientras tanto, una películas mayoritariamente española en todos los sentidos se considerará extranjera porque habla de fantasía y su director es "muy comercial". Y como no interesa que esas cualidades sean premiadas, la mejor película española en mucho tiempo será practicamente olvidada en favor de volver a premiar a Almodovar y a su enésima película pretenciosa tratando de mostrar un interior femenino que no tiene ni idea de como es.

El principal problema del cine español es la academía del cine español. Parece que recientemente ha cambiado de presidenta, y esperemos que la nueva dirigente de esta institución sea un poco más "abierta de miras" que la anterior, y la anterior, y la anterior... De momento nos quedan las vergonzosas declaraciones de la ministra de cultura de la ceremonia pasada, que se metía con el cine norteamericano (por lo menos nos entretiene y nos da una media de películas buenas mejor que la del cine español) vestida de una forma tan "payasa" como solo Agatha Ruiz de la Prada puede vestir a alguien. La verdad, como aficionado al cine, cada vez que me entero de los ganadores y de lo ocurrido durante una ceremonía de Premios Goya, me siento insultado. Mientras puedo ver a uno de nuestros pedantes favoritos recogiendo el premio por haber sido "un jeta" utilizando uno de tantos problemas sociales para que su película pretenda ser concienciadora (sin que por ello sea de calidad o concienciadora), pero claro, no darle el premio con lo comprometido que es sería "políticamente incorrecto". Si este tipo de director español no ha dirigido película ese año, vendrá el "pedante" con una película metafórica que si no la comprendes significa "que no eres lo suficientemente profundo" cuando en realidad la película es vacía y simple como el mecanismo de un botijo. Pero no digas nada, puesto que si críticas películas como estas una jauría de "gafapastas" podrían darte una paliza. También estan esos directores de toda la vida, esos cuyas filmografías y características de su cine se dan por sabidas por todo el espectro de ciudadanos españoles en cualquier programa pedante de cine de los que abundan en nuestro país. No es que sean buenos, solo han hecho alguna película que ha estado medio bien y eso les ha dado veda libre para rodar con su nombre películas porno y estrenarlas en circulos comerciales. No son peligrosos, solo son viejos verdes con algo de cara que tienen la desfachatez de "identificar" a toda la juventud española con los/as bakalas de cabeza cuadrada al tiempo que se recrea en como es una "escenita" entre una "Jenny" y un "Fufas". De este tipo hay más directores y más viejos, centrando sus fantasías en otras épocas de explendor ibérico, pero no es mi objetivo deleitaros con su trabajo. Pero claro, es la última película de tal, y como es tal irremediablemente una película penosa pasa como aprobada por la crítica especializada de nuestro país.

Pero la película de fantasía ha de pasar por mexicana, y pese a ser brutalmente realista, a contar una historia española, a tener un equipo técnico y artístico español, a contar con un 80% de Cápital Español, se llevará el Oscar a mejor película extranjera por México y entonces es cuando a lo mejor la película vuelve automáticamente a ser española. Pero antes, la Academia de Cine coge la última horterada de Almodovar (en la que creo que no salen travestis, que son como las palomas a las películas de John Woo) cuando creo que por desgracia Almodovar ya tiene suficiente apoyo en su apellido como para poder ganar Oscars sin el apoyo de la Academia y no se dan cuenta de que se van a comer el Oscar con patatas, porque esta vez va a luchar con directores con una visión del cine que dejan a nuestro director manchego como un vulgar aprendiz. Y es que luchar contra Clint Eastwood o Mel Gibson en la categoría de mejor película en lengua no inglesa, no es lo mismo que luchar contra el último director aleman "flipao" con una película rodada bajo los términos de la chorrada esa del Dogma 95. Y mientras esa bestialidad de película "mejicana" tiene un 97 sobre 100 en Metacritic. Pero Almodovar es Almodovar, y si escuchar a "Pe" cantar un pasodoble y te da vergüenza ajena, es que en realidad eres un reaccionario ignorante vendido al cine "yankee". Por cierto, aquí somos tan independientes y tan intelectuales que para premiar una película de otro país que no sea España tan solo existe Europa y Sudamérica. Ninguna producción de "Yankeelandia" o Asiática tiene cabida en una ceremonia tan "sublime" y tan asquerosamente "cultureta" como la nuestra.

Lo cierto es que por mí pueden hacer en lo Goya lo que quieran, yo veo en una sala de cine lo que quiero ver, y no lo que a alguien le conviene que vea para seguir recibiendo dinero del bote del Ministerio, porque no se si sabreís una cosa, pero el hecho de ser productor de cine en este país es un chollo. Antes de que se estrene, la película ha sido financiada casi en su totalidad por el Ministerio. No hace falta que hagas un guión decente, con que sea español sirve y además puedes hacer rodar la película como si rodases el cumpleaños de tu tía pues eso "tiene un toque personal". Pero que no me vengan con gaitas, porque aparte de que la Entrega de los Goya son un muermo, terminó como empecé, nos importan un pimiento. Por algo será que prefiero la trilogía de Star Wars, Indiana Jones, El Señor de los Anillos o Regreso al Futuro a la de Torrente, por algo será.

Murray