viernes, 2 de mayo de 2008

Ambigüedad.com

La verdad es que no sabía por dónde empezar cuando me senté delante de la pantalla. Tenía claro el tópico, pero no el contenido. Quería hablar de las relaciones de internet y de lo extrañas y estrambóticas que pueden llegar a ser. Quiero hablar desde mi propia perspectiva, puesto que puedo hablar con propiedad, ya que tengo experiencias tanto negativas como positivas y me siento en posición de poder comentar algo de cada una de ellas.

Para empezar diré que en un principio yo estaba muy a favor de las relaciones con personas desconocidas a traves de los chats, foros, etc. Pensaba que la libertad y anonimato que te permite la red de redes es muy buena siempre y cuando se hablen de temas concretos, que sean completamente impersonales, que no tengan implicación sentimental. El problema aparece cuando surge esa implicación.

Digamos que ese desconocimiento de la persona real que escribe al otro lado de la conexión crea falsas espectativas la mayor parte de las veces. Y, como he dicho, voy a hablar desde mi perspectiva, puesto que, irónicamente a mi novia, con la que llevo ya 3 años, la conocí a través de internet, en el chat de Terra, aunque como sería conveniente señalar, escarmentado de lo que uno debe y no debe implicarse en una relación on-line.

Mis malas experiencias siempre se han originado por varios motivos que se han repetido como pautas:

- En internet no existe entonación. Como casi nadie utiliza signos de puntuación o de expresión, nunca sabes si tu interlocutor te está hablando en serio o en broma, no sabes si está o no enfadado, no sabes si te está gritando o lo que te ha escrito es un leve susurro al oído. Nadie se preocupa de la forma y todos nos sentimos ofendidos si no han entendido el mensaje que hemos querido transmitir. Lo cual nos lleva a la conclusión de que los temas personales hay que cogerlos con mucho cuidado o directamente no cogerlos cuando nos encontramos en chats, ya sean públicos (Terra, Yahoo, etc.) o privados (Msn, ICQ, etc.).

- El contenido del mensaje puede ser alterado por una simple coma, punto, o signo de exclamación. El problema reside en que la comunicación a través de estos medios suele ser demasiado rápida como para que siquiera te hayas dado cuenta de la falta de esa coma, o incluso aunque te hayas dado cuenta, te dé tiempo de rectificar antes de haber mandado el mensaje equivocado a tu interlocutor. Eso sin mencionar que la economía en el lenguaje para acelerar el ritmo de la conversación en los chats (véase el empleo del lenguaje SMS en conversaciones que pueden convertir una "t" un "tú" en "te" y viceversa), así como el empleo de emoticonos, a veces anula por completo el significado de nuestro mensaje.

- La valentía no es real. Es mucho más sencillo envalentonarse con un ávatar que delante de alguien que te está mirando a los ojos y posiblemente pueda hundir tu fanfarronería con esa mirada. Eso es aplicable en ambos sentidos. Muchas veces conoces a gente muy desenvuelta que, cuando la conoces en vivo, resulta ser bastante timidona y retraída. Conozco a muy pocas personas que sean capaces de decir lo mismo en la realidad que en una ventana de msn. Lo dicho, damos una imagen irreal de lo que somos. Como una vez le dije a mi amigo Murray (y me asombro de mi propia elocuencia en aquel momento): "A las personas se las conoce mejor compartiendo una bolsa de pipas en un banco que en una cena con velas." Y añadiría ahora: "O en internet".

En definitiva, tres grandes problemas que lastran las conversaciones de internet, y que pueden, sin duda, destrozar o arreglar conversaciones. En mi caso, he aprendido por estas malas experiencias que si mi interés por la persona que he conocido por internet va más allá que la mera charla sobre cine, y me gustaría tener una amistad o algo más con ella, lo mejor es verse en vivo cuanto antes y ver realmente si éramos como decíamos ser.

Pero no soy un derrotista, puesto que eso iría en contra de mi propia realidad. Se pueden hacer buenas relaciones por internet, y luego emplear este medio como vía de comunicación para temas poco relevantes. Después de una larga discusión con mi novia (porque esa es otra, al escribir, las discusiones aumentan en dureza y duración), llegamos al acuerdo de que por internet no volveríamos a tratar temas personales, puesto que disponemos de teléfono, y aunque este medio tampoco es del todo fiable porque no vemos a la persona, sin embargo sí nos permite discernir el tono de voz, y la gravedad o jocosidad de cada situación.

Pero hoy en día nadie le da importancia a esto. Seguramente estos problemas que he comentado sean un pequeño añadido y causante de varios problemas en las relaciones sociales, sobre todo en las adolescentes. La gente se traga todo lo que lee. La gente se vende el cielo y el infierno en frases escritas seguramente con un libro al lado. La gente cree que lo que ve y lee es una verdad absoluta. La gente ha dejado de conocer a la gente. Quizá también por eso haya crecido la impasibilidad que sentimos todos ante nuestros semejantes. Quizá por eso también vayamos cada uno a nuestra bola.

Y ¡ojo!, que no estoy demonizando internet, ni mucho menos, pero mientras más virtuales son nuestras relaciones, más irreal es nuestro contacto con nuestros congéneres.

No os conozco a la mayoría de los que escribís aquí. Pero para compartir un blog no lo necesito. Aunque también os digo que sí me gustaría conoceros en la cercanía, para hacerme realmente una opinión justa y verídica de vosotros.

Espero que mis palabras os hayan hecho pensar, aunque sea un poco, aunque os forme una opinión distinta a la mía, porque si mis palabras os han hecho cuestionaros este tema, mi intención habrá tenido éxito.

Salu2,
Fou Luz.