viernes, 16 de noviembre de 2007

Las lenguas y las manos, mejor en otros asuntos.

Leo con estupor una petición que han hecho los Inspectores de Hacienda para que los deportistas que residan en paraisos fiscales no representen a España.

Y leo con el mismo estupor los comentarios que dejan los lectores de la noticia, criticando a esos deportistas por no pagar sus impuestos en su país de origen, España.

Si hay algo que ultimamente me hincha, y mucho, la vena del cuello es que la gente hable desde la ignorancia y diga lo primero que se le ocurra. Cualquier persona medio entendida sabrá que cualquier persona tributa donde tenga fijada su residencia ya sea chino, brasileño o español. Entonces si Fernando Alonso debido a su trabajo o a su comodidad personal decide vivir en Inglaterra o en Suiza, deberá pagar las imposiciones fiscales que Suiza o Inglaterra tengan estipuladas para su tipo de ingreso.

Igualmente, Zinedine Zidane (creo que sigue viviendo en Madrid) habrá pagado sus impuestos a la hacienda española ya que aquí es donde tiene fijada su residencia. Cesc paga sus impuestos en Inglaterra y Antonio Banderas en California. ¿O es que Cesc tiene que vivir aquí pese a jugar en Inglaterra y pagar en España sus impuestos?

Es que es ridículo. Cada cual tiene derecho a vivir donde deba vivir por razones de trabajo o por razones de preferencia, así que si Fernando Alonso ha decidido fijar su residencia junto a un lago en Suiza cuando no este compitiendo, tiene todo su derecho. Schumacher o Hamilton próximamente, viven en la misma zona. Os apuesto lo que queráis a que en Alemania o Inglaterra no existen payasos ignorantes abriendo la boca pudiendo estarse callados.

Es cierto. Si hay algo que me repatea es esa gente que hablar sin pensar siquiera en lo que dice. Ponemos verde a Fernando Alonso o a cualquier otro español que resida en otro país y tan tranquilos, que como esto es España aquí no pasa nada. No pensamos en esas otras personas que tributan grandes cantidades en Hacienda, o en esos ingleses o alemanes que se vienen a vivir a la costa; sólo pensamos en el traidor a la patria que se ha marchado a vivir fuera, ya que aunque su trabajo este en la conchinchina, al ser español debe pagar en España...

Después, estas patéticas y minúsculas formas de vida, descendientes directas de las amebas, continuarán con sus patéticas vidas, emitiendo sonidos gruturales sin ningún tipo de lógica y aporreando el teclado de sus ordenadores para dejar patente que son españolitos ignorantes del tres al cuarto y que hacen que mi país vaya como va.

He dicho.