martes, 1 de enero de 2008

Resacosas idioteces.

Hoy estoy un poquito resacoso. Supongo que es normal después de estar todo el día de ayer de marcha. Y eso que creía que no iba a salir... Si llego a planear algo no se que hubiera sido de mí...

Y lo cierto es que no soy carne de discoteca. Me cuesta bastante salir y soltarme. Tomo dos copas y puede que haga que bailo con movimientos epilépticos, pero no soy una persona que se deje llevar facilmente. No es una forma de ocio que particularmente me estimule, aunque ayer estuve con unas compañias muy gratas y lo pasé realmente bien.

No se a que es debido eso, que este en un lugar con gente y muchas veces prefiera estar callado antes que soltar una parida, el parecer a veces tan frio o desinteresado por algunos temas por los que si estoy interesado. Siempre me ha pasado eso, me he sentido un poco perdido en según que ambientes sin saber como llevar mi juventud a un terreno en el que yo pueda ser más yo mismo. Supongo que como todo el mundo tengo cosas que mostrar que esa inseguridad hace que no muestre, que demuestre otras cosas que en mi caso no quiera demostrar.

Pienso a menudo sobre eso, pero no me es fácil encontrar una solución. Son oportunidades perdidas por esa paralisis integral a la hora de actuar, ese miedo escénico ante una persona o el meterme en ese papel que no me hace mucho bien.

Y claro, muchas veces te dices, mejor estar calladito y parecer tonto, que abrir la boca y confirmarlo con mi timidez para según que ocasiones (si Princess, también es timidez). Pero a veces el quedarse parado sin saber muy bien el que hacer también confirma esa idea que tu mismo te preconcibes sobre tí mismo.

Es que no se de todas maneras que hago aquí divagando sobre todo esto, escribiendo palabras que no dicen nada y hablando de cosas que no tienen un sentido concreto excepto para mí mismo. Posiblemente con eso me vale, pero esta también es una forma de hablar conmigo mismo. De comprenderme, de analizarme, de conocerme y de buscar soluciones.

Tengo 24 años, para 25 y parece que me conformo con estar aquí buscando escusas para no hacer lo que tendría que hacer o para no ser como tendría que ser. No hablo de cambiar mi forma de ser, no, sino amoldarla. Mostrarla y no encerrarla dentro de mí.

Lo que hace la resaca, estos momentos vacios en un día de por si extraño en el que te levantas tonto perdido a una hora inverosimil dejando veda libre a tu seguridad. Y lo realmente fastidioso es que no hay de que preocuparse excepto cuando hay que preocuparse.

En fin, supongo que dejaré estas reflexiones perdidas en el tiempo, en este vacio y me pondré a divagar sobre otros aspectos.

Saludos gente, y féliz año nuevo.