Ya no nacen genios

Iba esta mañana, como de costumbre, en el metro, camino del trabajo. Habitualmente este medio de transporte suele ser bastante ruidoso, sin mencionar la afición de la gente por entablar conversaciones a voces. Es justo en esos momentos cuando decido abstraerme y ponerme los auriculares para disfrutar de mi música.

Desde luego, no podría vivir sin ella. La música, cuando está bien compuesta, las canciones, cuando están bien escritas, ese ritmo, acorde de guitarra, bajo melódico o saxo sentido, me consiguen sacar de ese mundanal ruido.

El problema es que por mucho que me guste mi música, cuando llevas un mes escuchando la lista de reproducción de tu MP3 (sonará pijo, pero el que diga que no tiene uno, miente), te acabas aburriendo de las mismas canciones y vas a tu ordenador a consultar tu discografía pirata para renovar la memoria del reproductor.

Entonces es cuando te das cuenta de que, desgraciadamente, música nueva que merezca la pena... Dos, quizá tres canciones nuevas. Entonces vuelves a tus archivos antiguos y simplemente vuelves a poner canciones que, por ejemplo, hiciera mucho tiempo que no escuchabas.

Ya no aparecen temas que te hagan vibrar. Todo acaba reduciéndose a lo mismo: género de rumba estopera, pop estilo oreja de Van Gogh, pop malotillo estilo Canto del Loco, Pereza, Hombres G, etc. y por último el tan aclamado Reggaeton ( o como coño se escriba).

Aparecen grupos nuevos, que desaparecen a la semana, o al día siguiente. Hoy no podrás hacer llorar a un cani con un Canon de Pachelbel, o un Invierno de Vivaldi. No podrán reconocer lo que es una buena melodía compuesta y cantada por el Boss. Tal vez sólo reconozcan a Michael Jackson por sus "presuntos" garbeos pederastas. O tal vez ni siquiera sepan quién fue Freddy Mercury. Incluso puede que lo único que puedan decir de Pavarotti sea que era "aquel gordo simpático que se parecía a Bud Spencer" parafraseando a mi amigo Murray.

La mediocridad ha alcanzado el oído de los que ahora son los principales consumidores de música: los adolescentes. Adolescentes que han sido niños antes, pero que han sido educados en esa mierda que ellos ahora llaman música.

Ya no nacen genios.

Pero tampoco serían reconocidos.

Cuando nace un grupo medio bueno, o bueno del todo, haciendo buena música, o componiendo algo más profundo que "la raja de tu falda", la juventud considera este tipo de conjuntos de tipo "gafapasta". Pobrecillos, no se quieren rallar.

Sin embargo, yo aún albergo la esperanza de que vuelvan a surgir genios que nos vuelvan a hacer sentir, hacer temblar, que nos ponga los pelos de punta, cuando escuchemos esa melodía sin voz ni más sonido que esa propia melodía y nazca una voz que quede grabada desde el primer momento en nuestra cabeza.

Mientras tanto, podemos conformarnos con Keane, Michael Jackson, Alejandro Sanz, Prince, Bruce Springsteen, Brian Adams, Bob Dylan, U2, los Rolling Stones, Red Hot Chilli Peepers, Fall Out Boy, Editors, Maroon 5, La sonrisa de Julia, Manolo García, Plácido Domingo, Clint Mansell, Linkin Park (eso sí que es mezclar estilos, no Chambao), Akira Yamaoka... En fin...

Salu2, Fou Luz.