jueves, 29 de noviembre de 2007

Lógica demencia momentanea.

Siento verdadera repugnancia hacía el ser humano en general. Verdadero asco, verdadera lástima y verdadera irritación.

Y no estoy hablando de otra cosa que el descubrimiento de varias clínicas en Barcelona en las cuales se practicaban abortos ilegales. Asesinatos que se llevaban a cabo cuando la gestación ya estaba lo bastante avanzada como para que ese feto gozara de vida propia, asesinatos realizados de formas macabras destrozando al feto tras haberle inyectado un liquido venenoso en el cerebro, asesinatos que ciertamente a mí me dan ganas de asesinar. No era suficiente con ejecutar estos actos de barbarie como arrancar sin pudor a una vida del utero de la madre, sino que esos cuerpos practicamente ya formados se metían en trituradoras que los convertían en una especie de masas uniformes listas para ser arrojadas a la red pública de alcantarillado. Un auténtico genocidio para el cual no existen leyes lo suficientemente severas como para impartir justicia. Y tan culpables son en este caso los que practicaban tales actos dignos de Satanás como las madres que son capaces moralmente de contratar tales servicios.

Soy una persona a la que le cuesta mucho discernir que es moral o no. Quiero decir que en estos casos mi pensamiento suele ser más bien conservador ya que el preguntarme si el aborto esta bien o no, personalmente me supera. No puedo tener la osadía de emitir un juicio sobre esto ya que simplemente soy un humano, no soy Dios. Y es que el ser humano es el único capaz de aventurarse a opinar sobre ciertas cosas que sencillamente nos sobrepasan.

Es cierto, todo el mundo tiene palabras, tiene "argumentos" que intentan validar cualquier acto moral y eticamente discutible. Cualquier persona con Graduado Escolar como muestra de sus conocimientos es capaz de discutir tales aspectos con cualquier médico o doctor que demuestre categoria moral. ¿Cómo se atreven?

En efecto, lo que había en esas clínicas abortistas no eran médicos ni doctores, eran mercenarios sanguinarios a los que le deseo años y años de penurias.

Por eso reniego pertenecer a una especie capaz de hacer cosas así, una especie que brinda cada día por su supuesta "capacidad de razonamiento". De poco sirve tal capacidad, digo yo, si somos capaces de realizar tales actos genocidas que queden practicamente impunes. De poco sirve nuestra capacidad deductiva si no salimos a la calle a pedir la horca para estos desechos diabólicos. De poco sirve escandalizarnos si hay papilla de niño amontonada en las alcantarillas de Barcelona.

Es tal el bochorno y la vergüenza que siento ahora mismo, siendo incapaz siquiera de imaginar todo cuanto supone lo que se ha dicho y hablado al respecto que estoy aquí pulsando las teclas de mi teclado con verdadera repulsión...

Estoy harto de tantísimo Hijo de la Gran Puta, con todas las palabras y con todos mis respetos hacía aquellos que han nacido del utero de una prostituta. Estoy harto de leer y oir noticias como estas y que nosotros, oh simples mortales, vivamos tan felices en nuestras vidas fijadas en conseguir un hedonismo perpetuado de los "veinte duros".

Por eso hoy si que deseo que de los Pirineos para abajo se abra una falla continental y nos vayamos todos a la mierda, que vengan rallos y truenos, huracanes, maremotos y volcanes... Que alguién haga algo y venga a nosotros la justicia divina. Abramos los brazos, recemos al cielo por un Armaggeddon adelantado a su hora, prestemonos con devoción al juicio final pues esta oh hermanos mios es la única manera de que podamos ver sufrir a cuantos hijos de puta nos hacen la vida imposible. Moriremos, pero por lo menos lo haremos con la tranquilidad de que se ha hecho verdadera justicia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de la clínica ésta no tiene nombre, ni desperdicio. Bueno lamentáblemente, desperdicio sí tiene. Es una pena que en la época en la que vivimos, con la cantidad de métodos anticonceptivos, información sexual y supuestos legales a los que acogerse, suceda algo así. Es propio de otra época, de otro mundo, de otra dimensión. Yo Murray, soy mujer y madre y sólo desde ésta perspectiva, se puede opinar sobre el embarazo. No hay médico del género masculino, que sea capaz de imaginar cómo es esa experiencia. Ni si quiera te acercas a ella, hasta que no la vives. Y teniendo eso en cuenta y con la experiencia de dos abortos expontáneos en mi haber, te digo que no soy tampoco capaz de discernir si es ético o no. Lo que sí hago, es no juzgar a las mujeres que se acojen a los supuestos legales. Bastante dura tiene que ser la decisión ya, por sí sóla.
Luzdegas.

Anónimo dijo...

Yo tampoco me atrevo a juzgar a las madres que se acojen a esos supuestos legales. No soy nadie para hacerlo. A quien si juzgo y condeno aparte de a esta gentuza, es a las madres que han abortado fuera de ese límite legal en estas clínicas.

Bienvenida a mi blog Luz.

Anónimo dijo...

Ni siquiera soy capaz de intentar imaginarlo. Es una situación demasiado espeluznante para ser narrada. Además no me apetece sumirme en esos recuerdos. Pero me resulta impensable que una mujer, en un estado abanzado de su embarazo, sea capaz de pasar por ello.

Ya os había visitado, pero no me gusta firmar los comentarios. Gracias por la bienvenida.
Luzdegas.

Murray, la todopoderosa calavera parlante. dijo...

Al parecer varios acusados han pasado a prisión provisional. No lo se, es que ni siquiera la justicia tiene nada que decir aquí ya que es tan espeluznante, tan lamentable y tan inenarrable lo que supuestamente han hecho que yo, como simple ser humano no puedo dislucidar el castigo que merecerían en caso de que la justicia se aplicase realmente.

Pero me produce una aprehensión, un malestar en una parte del corazón que ni siquiera conocía que yo facilmente haría de Nicolas Cage al final de Asesinato en 8 mm.