domingo, 25 de noviembre de 2007

Volvemos a la "guarde". Pero pasando por caja, eso si.

Centro comercial español crea un espacio denominado "aparca maridos" BARCELONA, España, EFE- Un centro comercial español ha puesto en marcha una novedosa iniciativa, un espacio en el que los clientes pueden descansar y entretenerse mientras sus mujeres realizan compras, que han denominado "aparca maridos".

Esta ingeniosa iniciativa surgió gracias a la participación de los clientes en un concurso de la web titulado "¿Y por qué no?", en el que se pide a los visitantes que propongan aquello que les gustaría encontrar en el recinto.

Según fuentes del centro comercial, un cliente propuso la idea de hacer una "guardería" gratuita para los maridos que acompañan a sus esposas de compras y que tanto se acababan aburriendo o cansando.

La dirección del centro comercial Gran Via 2 de L'Hospitalet de Llobregat, en la región española de Cataluña (noreste), consideró la opción interesante y factible, y ahora la ha puesto en marcha. Esta zona del centro comercial está equipada con sofás, televisiones y prensa y se plantea como un espacio para descansar o mirar la jornada deportiva.


Y bien... Esto... Muy divertido ¿no? ¿Esto también entra dentro de la nueva política de igualdad? Supongo que como los hombres solo vemos la televisión y no leemos nada más interesante que el Marca, este lugar ha de ser nuestro templo, nuestro paraiso, nuestro nirvana. Supongo que dispondrá de algun servicio de canguro o similar para que no seamos muy traviesos ahí dentro y nos pondrán una pulsera para que nuestra "reina" pueda recogernos cuando se canse de comprar. Ella vendrá, nos dará un besito y nos dirá: ¿Qué tal lo has pasado, cariño? Seguidamente nos dará las bolsas y así cargaremos como buen esposo con esos artículos (la mayoría inutiles) que haya comprado ella mientras leiamos algo acerca de Raúl y la Selección. Entonces es cuado nos dirijimos al restaurante de tapas del centro comercial a por una caña. Allí dejamos patente una vez más lo aburridos que somos en ese matrimonio de "centro comercial" tras haber recogido a los niños de la zona infantil. Salimos tras haber pagado un euro cincuenta por una caña de minúsculo vaso y te vas maldiciendo al ladrón del bar. Así finalizará felizmente "un día de compras", cuando llevas el carrito hasta el coche y metes las cosas en el maletero. Ya después aparcas el coche, la mujer nos vuelve a aparcar en el sillón hasta que llegue la hora de dormir ya que al día siguiente hay que trabajar. La sociedad española del 2007 según "Carreflus", "Alparque de los patos", "Eskocio estoy" y el "Hipercorre que te pillo".

Nada, pero esto no es discriminatorio, es una iniciativa divertida que ha tenido un centro comercial en Barcelona. El problema es que yo no me lo tomo con humor, no me presto al nuevo fascismo pseudo-progre que comienza a dominar a España y a nuestras mentes y eso me convierte en un ser peligroso para esta sociedad del ¡todo vale!

Si, señoras y señores, todos vivimos félices y contentos. Esta noticia no es más que otra de esas curiosidades con la que charlar con los amigos. Además es mejor leer el Marca que acompañar a la señora mientras mira cuatrocientas mil cosas que no va a comprar poniendonos de los nervios. Dos horas en la sección de congelados mirando pescadilla, tres en la sección de cremas hidratantes, cuarenta y ocho horas para probarse una chaqueta... Claro, si es que no tenemos paciencia.

Aquí lo que importa es consumir, y si los maridos somos un incordio pues nos hacen una guardería para que no distraigamos a las mujeres ya que ellas y solo ellas son las que compran. Ese es el territorio que las grades cadenas de distribución dan a la mujer, ya que si no tienen a un hombre al lado protestando, comprarán más y más. Además una vez en caja no estará un hombre gruñendo acerca de la estupidez que se va a cometer con la "Visa". Nada chicos, que nos aparcan ahí, leemos el periódico y mientras tanto la cuenta corriente baja. Pero no hay problema, ya que hombres y mujeres somos tan borregos que aplaudimos tales medidas, medidas discriminatorias tanto para hombre como para mujer. Para nosotros por tratarnos de seres simples que solo tenemos cerebro para leer el Marca o para ver la tele. Para ellas porque venden la idea de que la mujer compra, es la que lleva la casa y el marido solo esta ahí para darla una tarjeta de debito con cargo a la cuenta corriente familiar.

Y digo yo que por qué no reventamos todos esos antros fascistas de capital francés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con lo marujones y coquetos que resultan algunos... que son capaces de viajar a la capital a por una chaqueta de terciopelo... Qué poco entienden estos centros...

Murray, la todopoderosa calavera parlante. dijo...

No se preocupe anónimo, si quiere le doy yo la dirección dónde me compré la chaqueta. No se si será de su estilo, pero bueno.

De todos modos ¿Quíen no va a Madrid a comprar? Lo único es que en Castilla aún existen clases y clases, y no necesitamos corrales con decenas de diarios Marca a la espera de ser devorados.

Pero vamos, si usted quiere contar con estos servicios cuando vaya a su centro comercial, pidalo por carta.