El canon y su puta madre.

Es verdaderamente triste. Muy, muy triste y patético. Hoy, de nuevo y en el Congreso de los Diputados, hemos asístido a la enésima muestra de que España esta en venta al mejor postor.

Todo un país esta en contra de esa ridícula tasa inventada para compensar a los artistas por la "copia privada". Todo un país ha opinado al respecto y ha dado sus razones para no financiar un nuevo ala de la mansión de Alejandro Sanz grabando el contenido de tu disco duro en un soporte digital. Y aquí digo yo que independientemente de lo que sea. A nadie le gusta la SGAE ni la gente a la que representa esta empresa privada, por lo tanto tampoco le gusta que el gobierno encomiende a estos personajes que recaude la tasa y hagan con ella lo que les venga en gana, como darsela a los "artistas" o utilizarla en cualquier otro asunto lícito o no.

Pero nada es suficiente si el gobierno se empeña por una extraña razón en llevar adelante una ley claramente impopular, claramente vergonzosa, claramente patética y claramente confusa. En primer lugar pena a las personas aun no habiendo cometido ningún delito. Y es que ni siquiera bajándote toda la discografía de David Bustamante (ya hay que tener estomago) te pueden decir absolutamente nada, ya que el intercambio de archivos no esta penado. Es más, es un comportamiento socialmente aceptado y del que en mayor o menor medida todos somos complices.

Tengo mi PC repleto de películas y canciones descargadas desde cualquier programa de intercambio. Algunas me han servido para conocer el valor de un cantante o de un director, disfrutar de esa cultura que se nos veda a ritmo de Reggaeton o películas de miedo adolescentes. Y no, no soy ni me siento culpable. Al igual que en el árbol de la ciencia, la fruta esta ahí y la coges. Y al igual que en el Génesis yo aquí no tengo ningún motivo para sentirme culpable. ¿Culpable de qué? ¿De no indemnizar al autor por escuchar su canción? Lo siento, los tiempos cambian. Antes copiabamos la música en radiocassete. Ahora la copiamos desde Internet en un cd, dvd, pendrive o el medio que más os guste. ¿Y? ¿Se ha caido el mundo? ¿Ha dejado de atormentarnos Isabel Pantoja desde entonces? ¿No, verdad? Es muy sencillo. ¿Por qué lanzan y se gastan dinero en poner a la venta un disco de RBD o SJK? Porque siempre habrá un gilipollas sin criterio que lo compre. Y los estudios de mercado lo confirman, hay tantos gilipollas sin criterios en el mercado como para hacer que un disco de mierda y un merchandaising de mierda sea rentable. Es triste, pero es así. Ultimamente la gente compra música para lobotomizarse aun más.

Y si estas cifras de por si ya son preocupantes, que existan gilipollas sin criterio como para que una panda de inutiles integrales que berrean en mejicano se conviertan en idolos juveniles, son muchos los mismos que en vez de comprar el disco se lo baja. Puede que no tenga suficiente dinero para dedicarlo en truncar el buen futuro de sus hijos, por lo tanto le baja las canciones y se las copia en un cd, que es lo mismo pero más barato y con la decisiva ventaja de no ver la foto de cuatro bobos en la portada.

¿A todo esto defiende nuestro gobierno? Yo no puedo soñar en acceder a una vivienda de propiedad y mientras tanto el congreso aprueba para defender los intereses de aquellos que tienen casas en Miami y de los que defienden esos intereses sin que se les caiga la cara de vergüenza. Cada vez es más dificil vivir en este país y ahora te cobran un canon por grabar las fotos de la comunión en un DVD. Menos mal que existen las tiendas de chinos o las tiendas en el extranjero donde comprar dispositivos sin canon. Así haremos lo que nos de la gana sin necesidad de que cuatro caraduras legalizados vivan a mi costa.

Con respecto al Congreso, algo hay que hacer ahí. No sería una mala idea presentarse un par de milloncejos de desgraciados como yo a llamar a la chusma de ahí dentro lo que son. No haremos nada, pero al menos nos quedaremos más anchos que largos.

Y es que me da igual el dinero que deje de ganar una discográfica con tantos y tantos millones de euros, tanto dinero para hacer que un artista patético triunfe comprando su número uno en Los 40 Principales. En serio me da absolutamente igual. Yo no pagaré jamás 20 euros por un disco lamentable con solo dos canciones "medio buenas" ya que estan disponibles desde la comodidad de tu casa a un precio bastante más barato, lo que te cueste tu conexión de banda ancha de Timofónica o el que sea. Perdonen, era ironia, ya sabemos que en España no existen las conexiones rapidas ni los precios razonables. Lo que realmente me importa es que para los ciudadanos España vaya en recesión y que los grandes empresarios o las grandes fortunas esten disfrutando de las vacas gordas a costa de los que estamos en las flacas. Lo que realmente me importa es que antes de hacer una política destinada al ciudadano que por extrañas circunstancias todavía confía en el sistema, nuestros diputados voten y aprueben un canon que solamente beneficia a un colectivo bastante reducido y perjudica al resto, un colectivo muchísimo más amplio.

Es eso lo que realmente me provoca salpullidos, que una panda de personas odiadas mayoritariamente se dedique a cobrar una tasa impuesta por un gobierno que compra el apoyo del sector artístico para las próximas elecciones. Si no, no entiendo el mótivo de tal medida. No entiendo de nuevo la gestión política de este gobierno. Lo siento, es verdaderamente triste. Y fijense que me gustaría de veras poder decir algo bueno de este gobierno ya que mis ideas se asemejan por desgracia más al partido en el poder que a cualquier otro, pero aun así me siento engañado y desamparado por un gobierno que no gobierna hacía los intereses de los ciudadanos como sería normal y ahora mismo es utópico, sino que gobierna de acuerdo a sus propios intereses. Unos intereses que desconozco a donde conducen, pero lo cierto es que ya me estoy hartando de esta España del talante, el buen rollismo, el ecologismo y su puta madre. Que me dejen vivir en paz sin hacerme ver de nuevo tanto patetismo que me da ganas de vomitar en el pelo de Bisbal.