domingo, 7 de octubre de 2007

La crispación nos hace felices

Vale, quería escribir algo decente pero no puedo. Tengo un montón de pensamientos abstractos dando voces en mi cabeza y me es imposible plasmarlos de manera coherente. Iré a lo fácil y a lo que más me preocupa: El borreguismo

Hoy por hoy soy un sujeto peligroso. Y debo de padecer un tratorno de personalidad muy serio.

Me considero ateo, republicano y antitaurino.
Mal asunto. Tengo todas las papeletas para ser un progre antisitema con camiseta del Ché Guevara y rasta tipo Melendi.
Así mismo me gusta mi país (España), no me gustó un pelo la negociación con ETA y me opongo radicalmente a EPC. Debo ser un pijo subnormal de los de misa diaria.

Sin embargo, creo que soy un tipo coherente. A pesar de todo.
Pero dejemos de hablar de mí, no les importa mi vida. Lo que yo quiero denunciar es la polarización que existe en España desde siempre. O eres facha o eres rojo. Y no hay nada peor que eso.
Lo que pasa es que a la gente no le gusta pensar. El pueblo prefiere que alguien piense con él. Loúnico que tiene que elegir es a que bando pertenece. Lo demás se lo dan hecho. Entonces, cuando alguien tiene un pensamiento racional y lógico que no coincide con las posturas de la mayoría de la gente, automáticamente se le califica como "fascista intolerante" o "comunista libertino". Los intelectuales o políticos, los que usan el pensamiento más o menos lógico para definir su ideología, en lugar de intentar abrir los ojos a la gente y enseñarles a pensar se aprovechan de su borreguismo. ¿Que alguien es un patriota franquista radical? Pues nada, se le recluta para la causa "azul" (ahora naranja) y punto. Pasamos de hacerle pensar. ¿Qué alguien es un vividor okupa antisistema? Se le da la razón, se le enseñan cuatro consignas y punto.
Cada día estamos más borregos. Y la gente es feliz. Si, se quejan de crispación, pero son felices estando crispados. Las personas necesitan alguien a quien odiar. No una persona sino un grupo de personas. En EEUU fueron los comunistas durante la guerra fría, en Alemania los judíos durante el Tercer Reich, en España los moriscos durante la segunda mitad del siglo XVI, y así en todos los lugares y épocas. Ahora en España nos odiamos entre nosotros, y somos felices así. Es más sencillo echar la culpa de algo a los "fachas" o a los "rojos" que pararnos a pensar en si algo está bien o mal hecho. Si criticas la gestión del ayuntamiento de Arganda eres un Rojo envidioso, y si no apruebas las políticas del Gobierno de la Nación eres un Fascista reencoroso.
Me estoy liando, pero creo que se me entiende.
No se puede escribir a estas horas con el estómago vacío. mejor me voy a comer antes de seguir escribiendo tamaña sarta de despropósitos.

No hay comentarios: